top of page

Las imágenes arrancadas de las paredes y murallas del Santiago revuelto, tienen como primera condición las de ser visualidades colectivas. Quién

o quiénes imprimieron sobre ese soporte vertical infinidades de retratos, consignas, leyendas, afiches, a la manera de un collage que escenifica

las múltiples formas  de una multitud que expresa su rabia, malestar

y deseos, resultan ahora anónimos, como suele ser la voz del pueblo

o mejor dicho “de los pueblos”.

Este collage se ha construido utilizando distinta materialidad

que se imprimen en una extensa galería iconográfica no exenta del recurso letrado. Es ese mosaico que combina microdiscursos que dan cuenta

de unos estados de ánimos del que vive en la ciudad, una amalgama

de figuras donde el mundo de la letra se acopla como parte de esa visualidad

para poner a circular unos sentidos que compromete un proceso

de retención terciaria o memoria, de esos días violentos, tan llenos

de esperanzas.

 

Leonel Yáñez Uribe

 

bottom of page