Fue su militancia política. La cámara captó y reflejó los acontecimientos
más duros de la dictadura chilena. Es en este periodo donde comienza su interés e inquietud por abordar temas relacionados a los derechos humanos, como un eje central que lo acompañará en toda su obra posterior.
Durante esta época, retrata principalmente los conflictos de las primeras marchas nacionales y protestas contra el régimen militar. Es aquí donde
nos enfrentamos a momentos “cotidianos” -ironía del período, imposibles de pensar- de lo que acontecía en las manifestaciones, encuentros con los simpatizantes de la dictadura y las contiendas. Serán las imágenes en blanco y negro las que develan la necesaria seguridad y resguardo de los fotógrafos (ellos mismos desarrollaban el revelado fotográfico), y en otro sentido, es el color que simboliza la memoria política del pasado reciente en la historia chilena.
El autor acentúa una mirada durante este periodo: los retratos en masa. Logrando generar una tensión irónica del acontecer del día a día en las calles de la gran capital. El sujeto retratado se transforma de una identidad particular a una colectiva, justo en el momento de ser capturado
por el autor.
Los retratados representan al que calla, al silenciado y periférico,
el cual vemos enfrentándose al adversario. Gracias a esta cobertura,
y a la de otros fotógrafos del periodo, es que hemos sido capaces
de reconstruir la historia política y memoria del país.
Monserrat Rojas Corradi