




“Este Muro de la Memoria nos recuerda que es imposible escapar de la historia, que no somos más que el resultado de lo que entonces éramos”.
Son más de 950 fotografías de detenidos desaparecidos. Recorrer diferentes archivos con el fin de reconstruir el mapa visual de los ausentes.
La fotografía del archivo existe en la medida de una búsqueda y necesidad de emerger temas de la contingencia.
En este caso, las imágenes pertenecían al archivo/álbum familiar privado
de los familiares de los detenidos desaparecidos, transportando tal intimidad a una esfera pública infinita en el momento de instalar un muro abierto
a la comunidad.
Al crear una cartografía de imágenes existentes, sin la existencia
de la captura a través del lente, es el autor en sí quien ejecuta el acto
de la cámara fotográfica. El acto de registrar implica dejar un documento. Devela lo inmediato, validándose como testimonio y evidencia, y al mismo tiempo, capta a través del lente el momento estético exacto e histórico.
El muro de la memoria es el manuscrito de la historia, la política
y resistencia del olvido. La imagen vuelve a desaparecer, el registro se anula para dar paso al tiempo fotográfico.
Monserrat Rojas Corradi