Necrosis es también una alegoría de cómo funciona la memoria.
Estas fotografías y su puesta en escena recrean el Muro de la Memoria
desde su propia y particular mirada, la misma del autor.
La memoria humana no es una copia inmutable de la realidad.
Al recordar, cada recuerdo se inscribe en el presente de cada uno
y se reescribe en la memoria incorporando la vivencia del momento actual.
El Muro de la Memoria se inscribirá en nuestra memoria a través
de las imágenes de Necrosis y nuestra mirada, manteniendo en vida
a los protagonistas del Muro.
Nuestras vidas están hechas al final de ese extraño enrejado: el dolor
y la tristeza ante el escándalo por estas muertes abominables
y la capacidad de transformar en una obra de arte ese dolor y honrar así
la memoria de las víctimas y escribir nuestra historia.
Andrea Slachevsky Chonchol